Ya estoy aquí;
abandonado
a la intemperie y al sol naciente de las tres
El cielo es apenas una onomatopeya quebrada
que se desliza suavemente entre los sauces.
Las begonias ya no florecen,
se vuelven polvo y silencio
son pétreas
El circo ya no viene cada primavera.
Te miro y no te miro
en caras
ajenas.
Nos somos más que colores diluidos,
acuarela y acacias floridas.
Siempre es lo mismo
cuando miro tus ojos verdes,
impresionistas
La pradera se me hace infinita.
La vida se me hace larga.
Ya no hay
más nubes después de tu cielo
te vuelves estrellas y olas del mar.
Inalcanzable
-Aun el circo no vuelve en primavera.-
Los fresnos florecen
pero ya no son iguales
Los astros reposan muertos
suicidados
extintos.
La tristeza teñirá
la noche de azul ultramarino
tus flores bermellón resaltan siempre
en el paisaje
la aurora
nos consume los suspiros
tejemos crepúsculos fluorescentes
que huyen
tras las faldas amarillas del soledad.
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