lunes, 17 de mayo de 2010

Abandonado.






Ya estoy aquí;

abandonado

a la intemperie y al sol naciente de las tres

El cielo es apenas una onomatopeya quebrada

que se desliza suavemente entre los sauces.

Las begonias ya no florecen,

se vuelven polvo y silencio

son pétreas

El circo ya no viene cada primavera.

Te miro y no te miro

en caras

ajenas.

Nos somos más que colores diluidos,

acuarela y acacias floridas.

Siempre es lo mismo

cuando miro tus ojos verdes,

impresionistas

La pradera se me hace infinita.

La vida se me hace larga.

Ya no hay

más nubes después de tu cielo

te vuelves estrellas y olas del mar.

Inalcanzable

-Aun el circo no vuelve en primavera.-

Los fresnos florecen

pero ya no son iguales

Los astros reposan muertos

suicidados

extintos.

La tristeza teñirá

la noche de azul ultramarino

tus flores bermellón resaltan siempre

en el paisaje

la aurora

nos consume los suspiros

tejemos crepúsculos fluorescentes

que huyen

tras las faldas amarillas del soledad.

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