viernes, 28 de agosto de 2009

Como un jardín de nostalgias.

"Y vaya que te han amado mis letras inciertas, perdidas en la respiración transparente de los soles de verano, ahogadas en el óleo de los días verdes por la tristeza, naufragas en memorias sin piel que conservo de tu ausencia. Como un jardín de nostalgias, como un montón de pétalos en la deriva clariazul de los siglos, del olvido, y los siglos en el olvido... "










«Porque eras tu transversado en mi poseía,

entre el calor insólito de las madrugadas y los cielos amarillos de agosto.



Porque eras tú, reencarnado en los geranios floridos en el jardín del amor,

Eras tú el de los ojos verdes y las luces del verano

tu el de los oleos malva, y las flores borgoña, eras tú el de mi corazón.



Tú el de las olas intactas de las memorias descoloridas del amor

el de los años que se perdían

hilvanando canciones con las brisas cálidas de de tus recuerdos sepia.



De los amores glaucos, floridos en el estupor de las violetas sonrojadas,

y las canciones eternas en los artificios de cuerda que atiborran mi alma...


El de los poemas que nunca se decían.



Tú. El de las palabras quebradas en mis labios

esperando encontrarte entre los fugaces deseos del silencio.



El de la soledad que se llovía entre nuestras manos desertizadas de verano.

Y la nostalgia que se hacía carne en mis letras de pincel.


Y era yo el de la nostalgia en las flores grises,


el que soñaba tu recuerdo, en mi amor de aromas tristes.»

martes, 18 de agosto de 2009

  • Postales desde Italia.


"Porque habría vivido la vida como si jamás hubiese descubierto tus amores ciegos.

(...)


Pero no, ahí estaban tus ojos verdes. Tus praderas de verano, mis amores de primavera, y los recuerdos anacrónicos de haberte amado en otros tiempos. Vaya aquellos tiempos. Vaya calor desesperante que sostiene mis manos desesperadas de tanto escribirte. Pero tenía que inmortalizarte en la poesía y en mis versos de toda la vida. En los amores ciegos y los atardeceres anaranjados que se sentaban en mis rodillas con la añoranza de volverte a ver y de seguirte esperando con mi alma destrozada en el mismo lugar donde había reposado por años esperando que pasaras con tus ojos de milagro frente a mí, solo para susurrarle al viento que te amaba y morirme de la debilidad esperando en la consternación que él te entregara mis últimas palabras."








"Yo que fui adicto a tu gracia,
a tu piel y a tus ojos verdes,
al resplandor melancólico y tenue de tus mariposas doradas
ajeno por siempre a la piedad de tus manos perfumadas a primavera,
sentado en la soledad de las historias del vientre de la vida
versando letanías con los hilos invisibles del aire enamorado
trasfigurado para siempre en las astromelias de tu rostro
limpiando la arena de los ojos de la melancolía.

Yo que te he sido infiel con las espadas en el alma.
Y con las historias que se quiebran
y las metáforas incompletas que reencarnan en el cielo.

Yo que te amé con apenas saber tu nombre
yo que pinté mis manos del color del delirio,
a mi alma los dolores consternados de tu ausencia,
yo que habría renunciado para siempre a tus ojos verdes
si no fuera por el milagro de conseguirlos abiertos una vez más.


Yo que te amé toda la vida."